Del Noa Noa… a los Pinos y… ¡¡¡Arriba Juárez!!!

 

Por Guillermo Hernández Zavala

Desde el mismo día en que falleció el “Divo de Juárez”, nacido en Parácuaro, Michoacán, avecindado y adoptado en la ciudad Fronteriza, pasando por la ahora CDMX, aquel domingo triste y trágico en la ciudad californiana, la muerte de este “palomo” popular no ha cesado de ser una gran noticia y un jugoso negocio, agente mediático que ha llenado los bolsillos de dinero de las dos televisoras más enajenantes y mercantiles existentes en nuestro país: Televisa y TV Azteca.

Empero, éstas no han sido únicamente las ganonas o quienes han sacado raja de este lamentable hecho…a estas alturas del partido (duelo)…quienes deben estar sumamente contentos y casi en espera de que se presente otro “Juangabrielazo” o “SanJuanga” mínimo en un lapso corto o al menos en dos que tres meses, son nada menos que el mismísimo presidente de la República, Enrique Peña Nieto; un país sumido en la inseguridad, en la violencia ya casi permanente, los gasolinazos recurrentes, las inundaciones, y para colmo esa visita indeseada del loco Trump…hacen que este duelo del ídolo cantautor, “aminore” el dolor de millones de mexicanos que desfalcados y desesperados por tanto yerro gubernamental, ahora se vean atontados por esta acción tan singular de la muerte de Juan Gabriel.

Este inesperado suceso de la desaparición física del autor de casi mil 800 canciones que han recorrido e interpretado en varios países, sacudió a la sociedad mexicana y de inmediato, la Presidencia de la República, aprovechó el deceso, puso a disposición el Palacio de Bellas Artes para homenajear al ídolo caído, incluso, puso a disposición de los interesados un avión de la Fuerza Aérea Mexicana para transportar las cenizas del malogrado creador de Hasta que te conocí…

Dijo alguien por ahí, “así o más claro” este país necesita creer en alguien, llorarle a un ídolo, buscar con quien identificarse, anhelar un verdadero líder…todo ante la desagradable y desgarradora realidad de no tener o contar con un verdadero gobierno que lo represente, que esté con los más jodidos, que no lo pisotee…que no lo asesine, que respete a profesores y estudiantes; mínimo que haga algo o defienda, mínimo, insistimos, la ya de por siempre deteriorada economía…

No Tengo dinero…ni nada que dar…

Otra joyita que deberá estar sino rebozando de contento, sí al menos en completo relax, es el gobernador chihuahuense, César Duarte, mismo que desde un principio…de la muerte de Juanga, se apresuró a brindar apoyo total para las honras fúnebres y homenajes del caído, que porque el “Divo” había sido adoptado por Ciudad Juárez como su hijo…bueno ahora la casa del fallecido será museo, ya dispusieron las autoridades gubernamentales del estado que festivales y otros certámenes lleven el nombre de Juan Gabriel…así como calles y avenidas…

¿Y donde quedaron la corrupción, malversación de fondos, y otros atropellos cometidos presuntamente por el mencionado mandatario estatal chihuahuense?; el “Juangabrielazo” viene a calmar los ánimos, apaga el coraje y desavenencias de la sociedad de aquellla entidad, que los agravios contra el pueblo esperen…al fin que todavía hay “Juanga”…para rato…sigue la leyenda..

Caminos de Michoacán…

Y…como para que no se olvide…esta muerte, no podía faltar…otro gobernante que no canta mal las rancheras…claro en esto de sumarse al multicitado homenaje al popular ídolo michoacano, el tal Silvano Aureoles, también allí presente en Bellas Artes, haciendo guardia de honor, a medio compungir…el mismo que dispone de helicóptero para tal o cual artista y goce de las bendiciones papales, ahora allí aprovechando el viaje…mientras su entidad se sume en muerte, terror, secuestros, y para colmo el grave conflicto magisterial…pero así son nuestros gobernante, se “suman” a la exaltación popular, hacen que se “conduelen” del caído y representan toda una mascarada de hipocresía y tristeza pocas veces vista.

Eso sí, los mencionados y la clase política en general, dan de que hablar al mostrar sus fauces dominantes y aprovechándose de la inoperancia intelectual social, hacen de las suyas cuando se presentan estos sucesos, claro, “ayudados” por las televisoras en cuestión e incluso periódicos, resaltando siempre el hecho lastimoso, exaltando tristeza, compasión, y hasta explotando el morbo, jugando con el dolor ajeno, por encima de la problemática social que se vive diariamente en todo nuestro país: inseguridad.

Muestran esos medios desde el fallecimiento inesperado del creador de “Querida”, emisiones embrutecedoras y compasivas, a fin de levantar un ánimo  de por sí por los suelos, donde la gran masa de las clases medias y proletarias, cual ríos de muchedumbre triste y desesperada, deambula por cientos…miles… lo mismo en la ciudad fronteriza que por el Palacio de Bellas, en busca tan sólo de llevarse una foto con su celular en ristre, santiguarse y volver a lo mismo de siempre: pobreza y violencia. Esto sustituye el pensar por el ver…

Se presenta finalmente, a través de este acontecimiento fúnebre y persistente, un embotamiento social, admiración y morbo se combinan para hacer un coctel de “amor eterno”, donde el gobierno parece controlar las facultades superiores del alma y cree hacer generaciones de ciudadanos atontados por el sopor de la muerte inesperada de su ídolo. Obvio, todo en base al dominio enajenante televisivo y de la radio, donde estos contribuyen lo mismo con mensajes publicitarios para exaltar el sexo y las bebidas alcohólicas…además como ahora vociferan los conductores televisivos…”quién no se ha enamorado, sufrido, llorado…con una canción de Juan Gabriel”…

En fin que ya se fue…quedamos nosotros, continúa la violencia, los secuestros, nuestra maltrecha economía, siguen las reformas; un conflictivo país que se debate entre la vida y la muerte. Qué más nos puede deparar el destino…el Gobierno ni sus luces, parece estar más y más, interesado en un progresivo aniquilamiento de la inteligencia de su pueblo, hechos como este así lo demuestran…que desfilen miles ante las cenizas de “Juanga” para romper el record de asistentes a tan multitudinario adiós, más gente admirando a éste que a Cantinflas, que a Monsiváis o al mismo García Márquez…y todavía Juan Pueblo reclama ante el éxtasis popular: “porque voy a venerar las cenizas, que traigan el cuerpo…que el presidente lo haga…” grita una mujer enfurecida de edad avanzada ante las cámaras de Televisa…en pleno duelo…en plena pobreza…en plena ignorancia…

juangas

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