De dónde vienen los ataques contra Aquiles

  • Aquiles Montaño Brito
    A raíz del discurso que el Ing. Aquiles Córdova Morán ofreció en
    Tecomatlán en un evento del PRI, el día domingo 10 de abril, un
    grupo de periodistas desató una agresiva campaña contra el
    Movimiento Antorchista, con ofensas vulgares, insultos injuriosos y
    coléricas mentadas de madre a los antorchistas, que somos una
    fuerza política que agrupa a 120 mil personas en el estado, y que nos
    hemos propuesto, como meta única, luchar contra la pobreza.
    No voy a repetir lo dicho por el Ing. Aquiles Córdova Morán
    en Tecomatlán, porque todo poblano medianamente informado
    conoce las líneas generales del mismo, dado que fueron
    profusamente difundidas en las prensa, pero sí creo que para el caso
    es necesario preguntarnos: ¿A quién le enojó el discurso? ¿A quién
    le molestaron las verdades dichas en Tecomatlán? Y, por tanto, ¿de
    dónde vienen los ataques contra nosotros?
    No existe ninguna duda de que Antorcha es la organización
    más golpeada por la prensa, de manera sistemática y gratuita, de
    cuantas existen en Puebla, por una sencilla razón: gozamos de
    absoluta independencia frente a cualquier grupo político. Y es cierto
    también que, en épocas electorales, esa rudeza mediática alcanza
    tonos realmente agresivos, porque es cuando algunos grupos
    políticos quieren obligarnos a seguirlos sin chistar, usando, entre
    otros burdos mecanismos de coacción, el chantaje y la presión
    mediática para lograr sus fines. Así se explica que, ahora, en la
    prensa poblana aparezcan “sesudos” análisis sobre el papel electoral
    de nuestra organización, vertidos por verdaderos tumores mediáticos
    que vacían lo peor de su purulencia sobre nosotros, acusándonos de
    todo lo que se les viene en gana, sin cuidarse de probar, aunque sea
    con lógica de párvulo, sus absurdos “argumentos”. Para nadie es un
    secreto que esos periodistas sólo son ganapanes de grupos políticos
    que hoy pelean el poder. Para nadie es desconocido, por ejemplo, el
    priismo rancio que profesan los ahora marinistas Alejandro
  • Mondragón y de Ricardo Morales, directores de los portales
    status.com y efekto10.com, y todo mundo sabe que Diario Cambio
    es el brazo del connotado priista Enrique Doger Guerrero.
    El salvajismo y odio criminal que destilan los insultos de estos
    periodistas, a pesar de que sean acusaciones tontas, dignas de seres
    estúpidos, impiden la callada por respuesta; por ello, en un acto de
    legítima defensa y obligado por la rudeza con que nos trataron, creo
    útil y necesario dar respuesta a las invectivas más destacadas.
    El lunes siguiente al evento en Tecomatlán, el periodista
    Alejandro Mondragón se lanzó con rabia grotesca contra nosotros en
    su programa de radio llamado “Al Portador”. Así, al momento de
    transmitir la información sobre el tema en cuestión, Mondragón
    detuvo la nota de la reportera y vociferó al micrófono: “¿Quién
    dijera? Aquiles Córdova: <<no somos traidores>>. No, no. ¡Son
    unos hijos de la chingada los antorchos! De eso, todo mundo en
    Puebla lo sabe”. ¡Muy bien, señor Mondragón! ¡Muy buen análisis!
    ¡Muy propio de un australopiteco! ¡Y su trompa! ¡Qué grande y
    resplandeciente se le acusa! ¡Es un perfecto nazi al micrófono, con
    la diferencia de que tiene usted un retraso mental de 2 millones de
    años! Con esa miseria de análisis, con ese lenguaje de orangután, se
    demuestra aquello de que las cosas se parecen a su dueño. Pero, ¿por
    qué la rabia? ¿Con qué derecho le mienta usted la madre a 120 mil
    poblanos? ¿A usted quién le dio derecho a ofendernos? Ante la
    imposibilidad de explicarse a sí mismo el evento en Tecomatlán y,
    por tanto, de hacer un análisis profundo sobre la posición
    antorchista, una mentada y ya. Es, pues, exactamente la misma
    reacción del gorila ante lo que no entiende: el gesto bravucón y un
    alarido. Y es en verdad de risa que haya quien aún lo considere un
    “periodista influyente” y que siga comprando sus servicios, como
    vulgar suripanta del diarismo poblano. Podríamos agregar dos o tres
    palabras más sobre este asunto, pero es inútil. Basta con recordar lo
    que dijimos sobre otro maestro de la injuria: ante la imposibilidad de
    razonar, la diatriba vulgar.
    Al día siguiente, el columnista de Diario Cambio Javier
    Arellano, supuestamente analizó el discurso del Ing. Aquiles
  • Córdova, líder nacional de Antorcha, en el evento con Blanca
    Alcalá. Según él, hay una contradicción evidente entre la
    declaración del Ing. Córdova Morán hecha a El Universal (“yo no le
    debo nada a Blanca”) y el respaldo a la candidata en Tecomatlán
    (“las simpatías electorales de nuestro movimiento están con Blanca
    Alcalá”). Es necesario ser un tarado congénito para no darse cuenta
    de que aquí no hay ninguna contradicción. Cientos de miles de
    ciudadanos de Puebla pueden decir exactamente lo mismo: yo no le
    debo nada a Blanca, pero voy a votar por ella; y lo mismo vale para
    cualquiera de los candidatos restantes y sus simpatizantes. ¿Qué le
    deben los poblanos a cualquiera de los candidatos? ¿O, usted, lector,
    les debe algo? ¿Qué le debe Antorcha a Blanca, señor “analista”?
    Dígalo y demuéstrelo, o cállese. Entonces, ¿cuál contradicción? Pero
    Javier Arellano saca de su “análisis” una “brillante” conclusión:
    “Queda ratificado que Antorcha Campesina es una organización
    chantajista”. Pues con ese razonamiento de párvulo, todos los
    poblanos son chantajistas, por lo que ya dije. Pero no conforme con
    ello, todavía lanza la “inteligente” pregunta: “Qué moral puede tener
    este dinosaurio, consumado maestro del chantaje”. Uf. Un espejo es
    lo que había que regalarle al señor Javier Arellano, para que se vea
    en él. Los maestros de la extorsión hablando de extorsionadores.
    Nomás eso me faltaba. Todo mundo sabe que Diario Cambio y su
    director, Arturo Rueda -para el que usted, señor Arellano, trabaja y
    escribe- es un extorsionador consumado. Todo mundo sabe que es el
    hazmerreir de los poblanos por la forma tan grotesca en la que
    aparece en los videos pidiendo dinero a los políticos, botín del que
    usted recibe su sueldo, botín del que usted come y viste. ¡Por favor!
    ¿Quiénes son los extorsionadores, señor Javier Arellano? Usted y su
    medio, es claro, no se cuentan entre los miles de trabajadores
    poblanos honestos que puedan decir: yo no le debo nada a los
    políticos, pero iré a votar por alguno de ellos. Usted sí que les debe
    hasta los calcetines que hoy se puso, dado que la publicidad y la
    extorsión de su medio le dan de comer.
    El señor Ricardo Morales, director del portal efekto10.com,
    también hizo su luchita para “analizar” el mismo tema, en una
  • columna que tituló “Imposible confiar en Antorcha”. No responderé
    sus necedades, porque no es bueno discutir con retrasados, ¿para
    qué? Y, además, porque ya dije lo que quería líneas arriba, cuando
    hablé de Javier Arellano. Señalo el ataque sólo para que quede como
    antecedente y porque sabemos a qué grupo del PRI responde este
    analfabeta funcional. Les recomendamos a sus jefes que lo pongan a
    estudiar: un poco de redacción y ortografía española no estaría mal;
    la bestialidad con que escribe los deja muy mal parados, señores.
    ¡Ricardo Morales no sabe ni poner comas! ¡Vaya, ni escribir
    correctamente el apellido del líder de Antorcha, al que
    supuestamente critica en todo su bodrio! Cuando aprenda lo
    elemental, entonces que se meta a analizar política.
    En la actual coyuntura electoral, los antorchistas no pedimos
    trato especial, de ningún tipo. No nos interesa. Pero sí reclamamos
    un trato justo: exactamente el que se merece la organización más
    grande y mejor estructurada de Puebla. Y ése no puede ser, de
    ninguna manera, a mentadas de madre, porque no están ofendiendo
    sólo a los líderes, sino a miles de poblanos que formamos, unidos, al
    Movimiento Antorchista. Nosotros denunciamos el trato vejatorio.
    Quienes los patrocinan sabrán si esta vez nos escuchan, o insisten en
    utilizar este método vil y absurdo de presión, que les está dando
    resultados exactamente contrarios a los que buscan. Que conste.
    Aquillessssss

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